El 17 de diciembre de 1903, en un remoto pueblo pesquero de Estados Unidos, dos hombres lograron su sueño y el de muchos tras 4 años de experimentos, el primer vuelo de los hermanos Wright duró 12 segundos, en los que su avión, el “Wright Flyer”, recorrió 36 metros (menos que la longitud de un Boeing 747), aunque no se elevó más que unos pocos centímetros del suelo. Este sería el comienzo de una carrera en la aviación civil y militar que fue impulsada rápidamente durante la 1ª y 2ª Guerra Mundial, pero un avión para aquellos tiempos no significaba mayor complejidad en términos de servicios e infraestructura, es así que a lo largo de los años el vuelo se hizo mas complejo con la presencia de otras aeronaves, las condiciones meteorológicas adversas y la referencia visual que se perdía en horas nocturnas. Todo lo anterior significó ir en buscar soluciones con una expresión que hasta nuestros días significa que no existen faltas de recursos o excusas y es la “seguridad aérea”, de ahí en adelante se hizo necesario ir buscando soluciones cada día mas complejas dadas las necesidades que siempre serían las mayores.
En la historia de la aviación han existido también muchas derrotas, no me voy a referir a ninguna de ellas pero si debo hacer presente que dada la complejidad de los sistemas aeronáuticos, los aviadores debían estar cada día más preparados para enfrentar las distintas contingencias de vuelo. La tecnología cada día se presenta como una barrera alta para el entorno aeronáutico, esto significa que los avances a lo largo de todos estos años requieren de profesionales más capacitados.
La aviación tripulada vs la no tripulada
Siempre existe una necesidad y junto a esto una solución, este es un dilema que siempre va a existir cuando se trata de desarrollo e innovación, la tecnología aeronáutica es cada día más automatizada y al mismo tiempo con personal aeronáutico que requiere de una mejor preparación para comprender sistemas que son muy complejos y que requieren de un análisis casi instantáneo a la hora de resolver una situación de contingencia, es por eso que hasta nuestros días la cartilla de actuación siempre está presente en el personal de vuelo y de mantenimientos que tiene que lidiar con procesos repetitivos y progresivos para que la máquina haga tu trabajo.
Sin lugar a dudas las aeronaves tripuladas desde que estuvieron al alcance de todo el mundo comenzaron a ser consideradas una solución a los costos de operación que las empresas incurrían en operaciones de fotogrametría por ejemplo, es así que para realizar tomas aéreas una aeronave tripulada despegaba para recorrer áreas en las que se necesitaba fotografíar y posteriormente trabajar, hoy en día un drone realiza esta tarea sin mayor dificultad, los pilotos han aprendido algunas técnicas de vuelo y ante la falla de alguno de sus componentes la caída de estos equipos no tiene que significar grandes pérdidas para las empresas ya que muchas veces estas son recuperadas en el servicio técnico que, por cierto obtuvo un gran lugar en estos trabajos.
En Europa desde algunos años se ha estado trabajando en un programa que tiene como propósito tener la presencia en las ciudades de aerotaxis, drones de reparto de mercancía o sistemas no tripulados para emergencias está cada vez más cerca de ser una realidad. El desarrollo de la movilidad aérea urbana permitirá que las ciudades sean más sostenibles, seguras e inteligentes. Una de las herramientas que permitirá hacer realidad estos objetivos es AMU-LED, un proyecto H2020 de la Unión Europea que tiene como principal propósito demostrar la integración segura de distintos tipos de operaciones con drones en el cielo de las concentraciones urbanas. Para nosotros esto es aún muy lejano porque según mi opinión personal existen 3 grandes barreras van a impedir el avance tecnológico:
- La autoridad aeronáutica no tiene la suficiente confianza de los mismos pilotos que son considerados operadores, esto también porque los requisitos se han flexibilizado demasiado ya que la barrera de entrada es muy baja, en otra nota hablaremos de los requisitos para obtener la credencial de la DGAC.
- No existe suficiente conciencia por parte de los mismos interesados u operadores de RPA en tener el conocimiento suficiente para entender la dinámica de la aviación, principalmente porque una aeronave (RPA) puede despegar a cualquier hora, desde cualquier lugar y estado para recorrer largas distancias y alturas sin ser detectados y eso lo hace casi un invitado poco agradable en el espacio aéreo, claro que no vamos a generalizar a todos por unos cuantos.
- Finalmente para la autoridad aeronáutica la presencia de un dron en las cercanías de un aeródromo/aeropuerto significa un peligro para la seguridad aérea, dentro de la gestión de seguridad operacional el riego es la muerte de personas.
Si bien la aviación seguirá avanzando considero que el empleo de las aeronaves no tripuladas en un medio en que reinan muchos procedimientos que con dinámicos, la convivencia debe ser el norte de los futuros operadores de drones, esto se basa en el conocimiento, habilidad y experiencia en todos los procesos relacionados a la operación de una aeronaves, como por ejemplo el conocimiento la planificación, el mantenimientos, los registros, los briefing, las listas de chequeo, los elementos de seguridad, la conciencia situacional, debriefing y por sobre todas las cosas en buen descanso.